Ríndete a mí. Autora: Susana Oro.

Desde que leí Todos los caminos me conducen a ti de la argentina Susana Oro y escribí la reseña, quedé con una sensación extraña, esa sensación que tú conoces bien, esa presión dentro del pecho que te dice que hay algo de la historia que acabas de leer que está como incompleto...como si hubieses llegado tarde al chisme y que frustra porque no te enteraste a tiempo, y nada peor que éso carajo¡¡ Enterarse al último de las noticias¡¡¡.

Ese periodista de espectáculo que habita en cada uno de nosotros (y no se te ocurra decirme que no porque todos lo tenemos, algunos más escondido que otros), no te deja dormir y te hace conjeturar una y otra cosa hasta que obtienes la verdad.

The real history.

Y para mí, la verdadera historia llegó de la mano de Ríndete a mí.

El problema es que mi aguda inteligencia no había conectado una historia con otra, no tenía ni la más remota idea que existía relación, así que cuando comencé a leer y encontré el parecido con el estilo de Todos los caminos..., dije: Ah qué entrete, es historia de campo también¡ Pero mi mente despertó cuando leí el nombre.

Ese nombre tan peculiar y  ruso ( según yo).

Irina.

Corriendo abrí las páginas de Todos los caminos...y recordé que era una señora casada con dos hijos y un extraño pasado delictual, el pasado que sentí que me perdí...

Y al fin había llegado a mis manos¡¡¡¡¡

Gracias Dior mío¡¡

Así que si no has leído nada de Susana, ojalá comiences con esta novela, pero sí ya leíste Todos los caminos, la vas a pasar igual, porque es imposible pasarla mal con Ríndete a mí.

De la mano de ediciones Vergara, Ríndete a mí salió a la luz el año 2012, me parece que posee una buena extensión, y un buen ritmo narrativo. Creo que hay algunos elementos de puntuación que pueden ser mejorados, pero no son tan frecuentes así que no entorpecen la prosa misma. El lenguaje nuevamente sin mayor variación dialectal. Creo  también, que un plus importante en la narración, es la descripción del ambiente físico, que permite fácilmente que te lo imagines. Su carga hot es livianita, apta para todo espectador.

Ríndete a mí nos presenta una historia familiar, muy singular, como muchas familias de campo. Y su singularidad radica en las habilidades extravagentes e ilegales de una parte de la familia, un don, una capacidad excepcional...el arte del robo, que proviene del abuelito Ríos, que se casó con la dulce y educada abuelita Esquivel, de ese amor nació Juan Ríos, que nada tenía del abuelito Ríos...pero la vida lo premió, puesto que de su funesto matrimonio con Rosa Alzaba, nació el pequeño ladronzuelo Jacinto, quién fue expulsado del hogar, por ladrón, y cayó en el catre, sí, en el catre, de Julia, quien además de fea, es tonta.

Cuando se comienza a explicar el gen delictual, que saltó de generación en generación en la familia Esquivel Alzaba Ríos, en conjunto con otros rasgos, tales como la testarudez y el orgullo, uno entiende más o menos qué es lo que nos espera en las siguientes páginas. Y si a este..."iluminado" pool genético se suman los rasgos fenotípicos de una mujer no muy agraciada, por no decir, la más fea de toda la comarca, quien a su vez posee un apetito sexual voraz...los resultados son toda una millonada.

Y es la millonada que reciben Irina y su joven hermana Anabel.

A saber quién heredo tal o cual maravillosa característica.

La novela comienza con la muerte de Jacinto, el padre de 41 años de Irina. Las causas de su prematura muerte tienen origen en un mueble del hogar...

El catre.

Y a ese entierro tan folklórico, asiste para evaluar la situación un joven diablo, Dante Ventura, al que alguien le roba hasta el alma.

Literalmente.

En Ríndete a mí, se viven cuatro historias de amor de distinto origen e intensidad, con diferentes obstáculos que superar o que aceptar. Por primera vez, leí sobre el amor entre una gallina casquivana y un gallo winner jajajajja, notable. La autora logra que tú te sumerjas en ese campo y estés de vecina copuchenta, enterándote de todas las andanzas de los personajes, tanto principales como secundarios, que resultan exquisitos y graciosos, configurándose en su totalidad, una buena trama, con algunos detalles técnicos que se pueden pulir, pero que resulta muy entretenida, muy amena, y de muy rápida lectura ( a mí me duró 4 horas) que te lleva a imaginarte entre los árboles frutales, comiéndote un durazno y viendo la vida pasar.

Con Ríndete a mí, me termino de convencer con esta autora, hasta hace poco desconocida para mí. Me gusta que hable de su país, me gusta que sus personajes no sean ideales, me gusta su realismo no dramático, me gusta el prisma con el que presenta la vida rural.

Mientras leía, me dieron unas ganas de comer durazno plátano.

Y me lo comí.

Cambio y fuera.