sábado, 21 de septiembre de 2013

¡Ni lo sueñes! Autora: Megan Maxwell.

Extracto de sinopsis y portada, de casadellibro.com

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Daniela es una mujer joven y luchadora con un duro pasado y un futuro más incierto que el de la mayoría, por eso sabe que cada amanecer es un regalo y afronta la vida con una enorme sonrisa. Rubén Ramos, lo tiene todo: es un futbolista de éxito internacional, guapísimo y enamorado de las mujeres. Cuando Rubén se lesiona, deberá ponerse en manos de Daniela, reputada fisioterapeuta. Sus caracteres no harán más que chocar, aunque ella siempre responderá a sus ataques con ironía y su perenne sonrisa. Daniela no cumple ninguno de sus exigentes requisitos físicos; y él, es demasiado prepotente y superficial para ella, que además, no está abierta al amor. Cualquiera de los dos podría responder con un ¡ni lo sueñes! si se les plantease una relación. Pero es que los sueños, cuando menos te lo esperas, van y se cumplen. Una historia, pasional, ardiente y muy emotiva, al más puro estilo esta exitosa autora.




La cosa formal.

Hola, buenas noches, 20:43 horas en Concepción, Chile; y tras haberme comido todos los postres ( de haber comido bastante), con motivo de la celebración de nuestras Fiestas Patrias, he decidido escribir la reseña sobre la última entrega, de esta prolífera autora española nacida en Alemania, la gran Megan Maxwell.
Tras la conclusión de la tórrida historia de amor entre Jud y Eric, los protagonistas de la trilogía Pídeme lo que quieras;  la autora se enfrentó al desafío (no menor) de dar vuelta la página en su carrera literaria y volver a hechizar a su público con algo diferente, para lo cual se sirvió de una historia bastante alejada de la trilogía ya mencionada, que aborda temas más complejos en las relaciones de pareja.
¡Ni lo sueñes!, fue publicada el 16 de septiembre del presente año, bajo el sello de la editorial Versátil. En papel, posee 320 páginas, las cuales se leen sumamente rápido, puesto que están escritas con lo que yo llamo "La fórmula Maxwell", la que evidentemente resulta... de lo contrario, no existiría el revuelo que se forma con las distintas publicaciones de esta autora.
La fórmula Maxwell consiste, en este caso, en un narrador omnisciente que se centra en la vida de los protagonistas, de una prosa muy bien concluida, de diálogos escritos casi como transcripción fonética, y de un lenguaje absolutamente coloquial, que te hace imaginarte que estás frente a Megan Maxwell, escuchando la historia de primera mano.
Me parece que este relato presenta un elemento hot más discreto, más cercano al resto de las novelas solitarias de Maxwell, lo que permite que te centres más bien en los elementos dramáticos y cómicos de la historia.

El argumento.

Rubén Ramos es un jugador de fútbol del Inter de Milán, que vive como jugador del Inter de Milán, es decir, forma parte de ese curioso grupo de seres humanos que viven la vida loca ajajaj¡ Para qué vamos a decir otra cosa, todos sabemos cómo viven los jugadores de sueldos ridículamente millonarios, que andan con ropa de diseñador y conducen audis R8, el auto de Christian Grey. Junto a su amigo Jandro, un mexicano, las arman y las desarman con féminas de todos los colores.
Enfocado en jugar bien para impresionar a su nuevo entrenador, el señor Norton, Ramos se lesiona y debe operarse, hecho que no le hace ninguna gracia, y menos gracia le hace conocer y enfrentarse a su fisioterapeuta/ kinesióloga, una rubia "imperfecta" para el gusto del rey león, llamada Daniela, alias la "tocapelotas".
Daniela, una joven de carácter, que sabe lo que quiere , y con una historia muy difícil, no es precisamente una dulce palomita, y cuando el torito Ramos se le pone complicadito , la terapeuta no dudará en ponerlo en su lugar, y en responder a cada uno de sus estoques, con un, Ni lo sueñes¡

Mis emociones.

Como siempre que se viene una nueva entrega de Megan Maxwell, mi apetito literario se despierta desbocado y comienzo a sufrir los estragos de las ansias, que se traducen finalmente en una velocidad inaudita de lectura.
Con Ni lo sueñes! , la historia no fue distinta para mí, apenas leí la primera página me sumergí en esta especie de conversación que establezco con Maxwell, y que me permite meterme en el relato hasta tal punto, de imaginarme absolutamente todo lo que se describe.
En esta ocasión, y como tengo tiempo,  he sido más quisquillosa, y me he dedicado a hacer un meta-análisis con respecto al fenómeno literario que constituye esta autora española, que-dicho sea de paso-dejó a E.L James pequeña en cuanto escenas hot de la literatura actual con su trilogía, y que cautiva a miles de lectoras con cada una de sus entregas solitarias, dejando a un grupo de seguidoras compacto y organizado en todas las redes sociales,  conocido como Guerreras Maxwell; en donde se suman día a día personas de distintas nacionalidades y culturas...y he ahí el punto clave, la cultura.

Cuando era niña ( ahora tengo 27), en los años 90' existió una actriz que la rompía con cada película que se estrenaba de ella, y que se dedicó desde finales de los 80', a protagonizar comedias románticas con un look casi infantil; sin llegar a ser una gatúbela exuberante femme fatale, siempre se quedaba con el lindo ( a veces no tanto) de la película, y entre ambos vivían una romántica, a la par de cómica, historia de amor.
Sí niña, Meg Ryan. 
Pero qué pasó con Meg Ryan, aparte de ponerse silicona en los labios, hecho que arruinó para siempre su rostro? Nada, no la han llamado para nada, donde antes estaban las Meg Ryans ahora están las Megan Fox. Y es que películas como Tienes un e-Mail, ya no venden mucho, porque sencillamente no le dan al público lo que quiere...ya nadie se cree una historia de amor así, hasta mi hermana de 11 años las pone en tela de juicio. Simplemente, la trama no satisface a la audiencia ACTUAL.

Y éso es lo que hace Megan Maxwell.
Nos dá lo que queremos.

Cansadas de ser siempre las princesas esperando al príncipe azul, cada una de las protagonistas de Maxwell, se suben arriba del caballo con total destreza y elegancia,le ponen la cara al mundo, y parten  a buscar lo que quieren, sea un hombre, un trabajo, éxito, sexo sin compromiso;  y si se encuentran a un macho alfa beta gama delta, que las haga feliz en todo contexto, mejor! 
Nada de lloronas lelas que se dejan atropellar y no tienen idea lo que quieren, estas muchachas, como Daniela, saben perfectamente lo que desean, y lo que no desean, tienen una carga valórica fuerte, lo que les permite ser prácticamente inmanipulables, y dentro de sus sociedades y culturas, pretenden ser un ente gestor, que hace cosas, no que se deja hacer. 
Y ahí está el triunfo intercultural de Maxwell y lo que explica su éxito ,  que traspasa las fronteras entre españolas, mexicanas, venezolanas, colombianas, argentinas, uruguayas, chilenas, y cuántos países más, con historias de la vida real, destinadas a gente real, que muestran a la mujer de los últimos años, la que independientemente de la cultura, cada vez se ha hecho más segura e independiente. Ojo! No estoy hablando de feminismo en lo absoluto, simplemente estoy diciéndote que ya prácticamente, no existen las doncellas serviles...y que si hay alguna, estoy casi 100% convencida de que es una fiera por dentro, dispuesta a luchar con seres como Rubén Ramos, ese hombre que busca la perfección física en una mujer, sin importarle su patrimonio neural, pero que  cuando se enfrenta con una chica profesional, que logra hilar varias frases y que no se amilana ante su presencia, se descoloca y entra a preguntarse qué hechizo le habrán lanzado a esa mujer para que no aprecie su belleza y gallardía, además de reaccionar violentamente por la afrenta, obvio.

Ni lo sueñes! Nos muestra un conflicto, lamentablemente cada vez más común, muy triste, del cual  hay muchas familias y pareja damnificadas, no te voy a contar cuál es, ya que me pasaría de tonta al contarte la trama, pero sí hubo una parte, que te confieso, me anduvo sacando algunas lagrimitas de cristal, por la humanidad, la solidaridad, el casi heroísmo de algunos personajes, el amor desinteresado, el amor familiar.

Por cierto, fue buena jugada utilizar a El Rey, con su Now or Never, para musicalizar esta divertida historia de amor.

Megan Maxwell me entretiene, lisa y llanamente.

Qué me dieron ganas de comer mientras leía?

Pizza!! 




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