domingo, 6 de octubre de 2013

Indias Blancas I. Indias Blancas: La vuelta del ranquel. Autora: Florencia Bonelli.

Portadas y sinopsis, extraídas de sumadeletras.com

Corre el año 1873 y la sociedad porteña se consolida alrededor de las familias con apellidos ilustres. Laura Escalante, hija de un general de la Nación, es una bellísima joven con ideas claras y fuertes convicciones. Cuando viaja a Córdoba para atender a su hermano enfermo, conoce al indio ranquel Nahueltruz Guor y su vida cambia para siempre. Un amor irrefrenable, enfrentado a todos y a todo, incluso a ellos mismos, los hace transitar momentos dolorosos, llenos de aventuras, desencuentros y acción, en el marco de la épica lucha entre indios y blancos que ha definido nuestro país desde entonces. Florencia Bonelli, con maestría narrativa y un profundo conocimiento de la historia argentina, ofrece en Indias blancas un relato de amor apasionado, donde indios, blancos y mujeres cautivas entretejen una trama que perdura para siempre en la mente del lector.

Hola, buen domingo, 10:15 am por las tierras de Concepción, muy muy  lejano, y yo con una faringitis gigantesca que me ha tenido encerrada este fin de semana. 
Portada de Indias blancas IComo, en general,  de todo lo malo sale algo bueno, te cuento que cambié mi calendario de lectura, para poder entrar a leer  un par de novelas de la Bonelli, que no había revisado anteriormente ( en mi afán de que se me acabaran lo más tardíamente posible), y decidí empezar el viernes por la tarde, te hablo de la novela histórica romántica, conocida como Indias Blancas I, novela que fue re publicada bajo el sello SUMA en septiembre de este año, en papel posee 480 páginas distribuidas en 26 capítulos, escritas utilizando un narrador omnisciente. La actual portada, me gusta menos que la antigua, es como menos mística a mi gusto, sin embargo, creo que representa de mejor manera a los protagonistas de la historia, y calza perfectamente con las características físicas de los protagonistas expuestas por la autora. Curiosamente, la novela comienza con el árbol genealógico de la familia Montes, elemento que ayuda bastante en la primera parte de la trama. La novela es de fácil lectura, tan fácil, que proseguí inmediatamente con la segunda parte, motivo por el cual no estoy utilizando el formato habitual para reseñar, ya que me parece una crueldad separar una obra de otra.
En Indias Blancas, la Bonelli nos lleva a la caótica Buenos Aires de finales de siglo XIX, sociedad joven, que por estar en formación, al igual que la de varios países por esos años, era extremadamente rígida, especialmente en relación al papel de la mujer, la cual tenía una sola misión en la vida: quedarse de planta ( literalmente) en casa, cuidando a los hijos. Por favor, no tener ideas propias. 
Laura Escalante Montes es una joven de 20 años, hija del general José Vicente Escalante, media hermana del franciscano Agustín Escalante. Pero el carácter de la señorita Escalante, constituye per se un escándalo para la época, sin temor al qué dirán, ella vive su vida a su gusto desde que tiene raciocinio. Ya a los 13 años andaba alborotando a la familia, y el corazón de un abogado treintón, el doctor Julián Riglos. Cuando Laurita se entera por carta del padre Donatti que su hermano tiene carbunco y está a punto de morir, no duda en pedirle ayuda a al Dr. Riglos, y emprender viaje junto a  su fiel María Pancha, sin saber que al dirigirse a auxiliar a su hermano, se encontrará con el secreto mejor guardado de la ilustre familia Montes y con el ranquel Nahueltruz Guor, hijo del cacique Mariano Rosas,  que cambiará su vida por siempre. Dos historias de amor en una, y un final lacrimógeno, lacrimógeno.


Portada de Indias blancas IIEn 1879, Buenos Aires vive su hora más convulsionada. Roca prepara la campaña al desierto con vistas a postularse como presidente de la Nación. Laura Escalante, mujer destacada de la vida cultural y política de su ciudad, nunca ha olvidado al indio Nahueltruz Guor, convertido en el excéntrico Lorenzo Dionisio Rosas, vuelve a su tierra después de seis años para vengarse de quien lo traicionó y le rompió el corazón. El encuentro los trastornará a los dos. Nunca volverán a ser los mismos.

Indias Blancas. La vuelta del ranquel posee 464 páginas, 26 capítulos y un epílogo. Con las mismas características narrativas que su predecesora, La vuelta del ranquel posee una mayor presencia de elementos políticos, con la mención de personajes históricos, como los presidentes Nicolás Avellaneda y Julio Argentino Roca, éste último toma además, una importancia fundamental en el eje romántico de la historia.
Han pasado 6 años desde que Laura y Nahuel se separaron, víctimas de los sucesos más patrañosos del mundo entero. De Nahuel nada se sabe, de Laura se sabe todo, y es que la viuda de Riglos no es, digamos, una persona muy discreta. Inmensamente rica tras recibir la herencia de su padre y de su marido, que nunca fue marido de hecho, Laura ha destinado todos sus esfuerzos a sacar a la familia Montes de su desastre económica, a reconstruir los palacios, a adquirir obras de arte, joyas, telas, vestidos, perlas que la cubren de su miseria interna...y pucha que es miserable la viuda de Riglos¡ A sus 26 años, con belleza descollante y una lengua bastante afilada, Laura tiene como una especie de personaje  para el público porteño, personaje que la mantiene a flote tras enfrentar el hecho de que Nahuel está muerto. Vencida por la soledad, acepta un affaire con Julio Roca, un hombre casado con hijos y aspirante a la presidencia de Argentina, para capear su insensibilidad, su estado de ostracismo. 
Ninguna tertulia fue más amarga para la viuda de Riglos, como en la que se encontró de frente con el recién llegado de París, el guapísimo Lorenzo Rosas, nombre cristiano de Nahueltruz Guor. El odio del hombre al que ella tanto ama, la consumirá a niveles físicos, ya que el ranquel expele odio por los poros hacia esa mujer que tanto lo dañó y despreció.

Mis emociones.

Me comí Indias Blancas, me lo comí.
Ésa es la sensación que tengo.
Mi apetito literario fue voraz, y arrasó, exactamente en 54 horas, con esta tremenda, pero tremenda novela histórica llamada Indias Blancas, parte I y II.
Es más, terminé hoy a las 3 de la madrugada, imagínate no más como estaba.
Y es que la Bonelli...es la Bonelli po¡
Me amarra esta cristiana, me amarra a sus historias y no me deja hasta que las termino, se mete como un virus en mi cabeza que me impide pensar en otra cosa, todo el día maquino con respecto a la trama, con respecto a los personajes, y es que ya te lo he dicho antes, la Bonelli, al utilizar elementos históricos de la historia argentina, desde cierto punto de vista te educa, cumpliéndose todos los objetivos de una narración. Conocer la vida de la pampa, las costumbres, las comidas...impecable.

Indias Blancas I, posee una menor carga hot que El cuarto arcano y que Artemio Furia, es más similar a Bodas de Odio; además tiene un elemento de enganche buenísimo que consiste en dos historias en una, la protagonista, Laura, lee las memorias de su tía Blanca Montes, que falleció en el año 52 en Tierra Adentro, junto a los ranqueles, en la pampa misma...y no, no murió torturada ni por prácticas salvajes, sino que en los brazos del amor de su vida, el cacique Mariano Rosas, que sí existió en la vida real. El personaje de Laura es muy potente, diría que es más potente que Micaela, la protagonista de Marlen, a veces me causaba cierto resquemor su comportamiento, pero principalmente me generaba admiración. Nahuel es un personaje acertijo, que se va dilucidando a medida que Laura lee las memorias de Blanca, y resulta un hombre de habilidades y talentos excepcionales, la mezcla entre ranquel y blanco. El amor entre ellos es bastante violento, veloz, como un tifón.
En Indias Blancas I, puedes apreciar las distintas caras de la personalidad humana, la compasión, la hermandad, el egoísmo, la traición y el amor.

En Indias Blancas II, el cuento cambia, y Laura ya no me simpatizó tanto en los primeros capítulos, no sé por qué, pero absurdamente me generó rechazo su relación con Roca, tal vez porque yo me mantenía firmemente encadenada al recuerdo de Nahuel, o sea, en verdad me molesté con ella, insisto, absurdamente, pero me incomodé mucho con el tema de Roca, que además resulta ser un buen hombre, aunque no mucho porque el señor es casado, y con varios hijos. Pero bueno, cuando reaparece Nahuel, alias Lorenzo, comenzó mi sufrimiento, sufrí como condenada con el tema, entendía a Nahuel, pero también entendía a Laura, y es que él la desprecia mucho, a niveles violentos incluso, le faltó muy poco para agredirla. Él no logra sacar de su cabeza que Laura lo rechazó por ser pobre, por ser un "indio", porque iba a tener un mejor futuro con Riglos...Me angustió el tema, bastante, me dio pena Laura, es que si yo fuera ella, le hubiese tirado por la cabeza a Nahuel todo lo que encontrara a mi alcance, qué se ha creído? Maldito bruto¡ Animal¡ Bestia¡ Sobre todo hay un par de situaciones, en que él es muy, pero muy muy muy cruel. Maldito roedor¡ Las escenas las enmarco en el grupo de las muy muy tristes e infames...de todo lo que he leído.

Pero después lo perdoné...al final, somos todos indios blancos.
En el epílogo, Promesa Cumplida, se hace alusión a un hecho que ocurrió y que fue noticia a nivel mundial, la vuelta de los restos mortales del cacique Mariano Rosas a su pueblo, ojo¡ los devolvieron, no los donaron...

Sería bueno que si nunca has leído nada histórico de Bonelli, lo intentaras hacer en orden , primero El cuarto arcano I y II, luego Me llaman Artemio Furia, Bodas de Odio y finalmente las Indias Blancas, si lo haces así, te darás cuenta que se mencionan personajes comunes que te permiten ubicarte en el contexto histórico.

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