miércoles, 26 de junio de 2013

En tus brazos huir de todo mal: Seducción. Autora: Fabiana Peralta.

Alexander Masslow es un hombre excéntrico, muy buen mozo y exitoso con las mujeres, empresario de la industria de la moda a cargo de las empresas que la firma de su Padre tiene en el exterior. Llega a la Argentina a controlar los activos de la corporación.

Su relación con las mujeres se resume sólo a sexo, cubrir sus necesidades físicas y no implicarse bajo ninguna circunstancias emocionalmente, como el dice su vida es complicada, por eso no puede hacerlo ¿acaso lleva consigo un secreto que se lo impida?

Ana Paula Bianchi es una mujer sencilla, de buen pasar económico, talentosa y de una belleza inigualable, que se dedica a administrar la empresa para la cual trabaja.

En su vida personal ha sufrido una mala experiencia en el amor que la ha marcado a fuego y espada, y se encuentra reacia a involucrarse con nadie, tiene su corazón cerrado a cualquier sentimiento, sencillamente no confía en los hombres, teme que la vuelvan a dañar.
En esta historia el destino jugará sus cartas para que estos dos corazones se crucen y se encuentren.
Paula caerá fácilmente en su juego de seducción, Alexander está acostumbrado a lo quiero lo tengo, pero… ¿será así con Paula también? o Alexander sucumbirá a su extraordinaria inteligencia y belleza.


La gran incógnita es si cupido podrá flecharlos para que se entreguen al amor y puedan vivir felices para siempre…
Pasión, amor, celos, intrigas, orgullo y miedo signarán el futuro de ambos.



La cosa formal.

Como es mi tónica habitual, llegué a este libro accidentalmente y por su portada, nadie me lo recomendó, pero yo ví el símbolo de Buenos Aires y dije: Ya¡ Tal vez esta será una historia más cercana...puesto que llevaba millones de años leyendo historias gringas y europeas, pero nada del país vecino. Yo, Clau, les sugiero que lean esta novela, totalmente.
Su duración es justa, posee una narración bastante rápida y con muchísima variación dialectal, fácilmente comprensible para una chica como yo puesto que estamos al lado del país y conocemos perfectamente sus modismos. La autora utiliza a un narrador protagonista, en este caso, Paula. Pienso que este tipo de narrador es tremendamente arriesgado, porque uno tiende a amar o a detestar al protagonista, como me pasó con Anastassia de 50S...qué mujer más ridícula y tonta...pero no, Paula no es así, es loquilla la mina, cae bien, tiene un carácter de aquéllos...

El argumento.

Paula es una joven guapa e independiente, vive sóla en su depto y tiene un muy mejor amigo, como yo tengo al mío, llamado Max, con quien comparte todo. La historia se inicia con un desengaño de Paula, que encuentra a su novio futuro marido con su amiga...excelente.
Alexander es un empresario gringo ligado a la moda, que llega a BAires para ver qué tal la sede, Paula trabaja en la misma empresa.
En una noche de carrete y juerga total, Paula y Alex se conocen y se atraen, y conversan , y buee...bailan y bueee al fin y al cabo pasan una wild night juntos en el hotel de Alex y al amanecer Paula se va y Alex no le pide el número ni nada, y ella tampoco, aunque obvio que sí quiere el número y ojalá hasta el grupo sanguíneo de semejante regalo de Dios para las mujeres.
Llega el día lunes, junta en empresa para presentar al jefe gringo y chaaaaaaaaaaaaaan, es Alex, pero Alex no reacciona de manera negativa, muy por el contrario, a lo hecho pecho y démosle para adelante.
Así empiezan una historia primero sexual, luego amorosa, con varias escenas divertidas, muchas muy pero muy subiditas de tono, todo adornado por celos gigantescos entre ellos, pero ya casi psiquiátricos dignos de Freud y una desconfianza por parte de Paula que insiste en saber más de lo que Alex está dispuesto a confesarle. El final, fantástico, es que lloré a mares, casi con hipo, un sufrimiento pero espantosamente sobrehumano, pero no te desesperes, tiene segunda parte, y también una tercera.


Mis emociones.


Qué novela más divertida, qué gracia que me causaron los personajes, me hizo tanto reír en algunos pasajes, me preocupé, me angustié, me daban rabia los ataques celosos de los personajes, especialmente de Alex que ya o sea, excede el límite de la normalidad en verdad y ya en las últimas páginas, el sentimiento de tristeza, de pesar y de desesperación me contagió mucho, terminé de leer y me sentí destrozada por lo fuerte del final, pero ya, no te cuento más, solamente tienes que leerlo, y leerlo.


¿Qué me dieron ganas de comer mientras leía?

Cheesecake de arándanos.


Banda sonora. 

Sabes: Reik. Estuve cantándola como 1 semana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario