El verano en que Kaiet cumple diecinueve años decide marcharse del pueblo para no volver jamás. Sin embargo, 17 años después, su mujer ha muerto y su hijo de siete años apenas le habla y Kaiet cree que sólo existe un lugar donde curar sus heridas. Este viaje de vuelta le obligará a enfrentarse a un pasado que ha querido dejar atrás y que le deparará un reencuentro inesperado que le hará replantearse sus creencias respecto al amor.
La cosa formal.
Te presento la entrega más reciente de esta autora española. La novela posee 448 páginas, y está disponible también en formato digital. Me parece que su portada es hermosa, me encanta la imagen de la mujer mirando el mar bajo un cielo tormentoso. Me ha pasado con todas sus novelas, desde la portada ya estoy fascinada. Escrita con la misma elegancias que sus antecesoras, Días de lluvia es una caricia para todos tus sentidos.
La vida de Kaiet se fue al carajo, a sus 36 años se quedó viudo y con un hijo de 7 años, Iker. Hace casi dos décadas, Kaiet abandonó Bermeo, un pequeño pueblo costero, y decidió emprender una nueva vida en Madrid, en donde se convierte en arquitecto 24/7, en donde, incluso casado y con un bebé, se dedicaba a vivir para trabajar. La salida de Kaiet de su hogar, no se produjo en circunstancias muy agradables, fue sorpresiva y cambió drásticamente la relación tanto con sus amigos, como con su familia, en especial con su padre, al cual detesta profundamente y a quién ha excluído sistemáticamente de todos los aspectos de su vida. Simplemente, Kaiet multiplicó a su padre por cero.
Pero resulta que ahora , el arquitecto ya no puede actuar pensando solamente en él, pues está Iker, que perdió a su madre y cada vez se encuentra más ensimismado e introvertido. En ese marco, Kaiet decide volver a la casa de su padre, con el cual no habla hace siglos, y se instala ahí...a la vida, sin dialogar con él, sin reparar en que está en su casa, sin mostrar compasión hacia su viejo. Y al volver al pueblo, como es chico, el infierno es grande, todo mundo se entera de su regreso, y dentro de ellos, Maddi, una joven con la cual Kaiet tuvo un romance, pero de la cual tampoco siquiera se despidió, simplemente la abandonó... muy fea su actitud...pues además es hermana de un amigo.
En la novela Días de lluvia, fui testigo de la reconstrucción de un hombre, del proceso-doloroso por cierto-de reconversión, de perdonar, de buscar perdón y de entender que por muy fracturada que se encuentre tu historia, siempre puedes pegarla o ...empezar de nuevo.
Mis emociones.
No hay novela de Ángeles Ibirika, en donde no me haya emocionado hasta la mitocondria, en donde mis neuronas hubiesen estado menos emocionadas, en donde se liberaran menos endorfinas...Me pasa algo tan curioso, y es que real real realmente siento que estoy ahí... me sentía corriendo al lado de Maddi por las calles del pueblo, sentía la humedad del ambiente, el frío del mar, el olor de la arena... Me es imposible disociar mis sentidos y hacer de la lectura tan sólo un fenómeno unisensorial...Con Días de Lluvia
Días de lluvia es una tremenda novela, no podría decir que me gusta más o menos que las otras historias de esta autora, siento que la autora posee tal talento, que cada relato es una escultura, una pieza única e irrepetible.
Te dejo una de las frases más románticas que he leído:
"Y es que él la veía como a esos nostálgicos días de lluvia, que te llevan a refugiarte al calor de tu hogar, pero también como a esos otros en los que te sorprende y te cala hasta los huesos sin que te importe"
¿Qué me dieron ganas de comer mientras leía?
Merluza austral ( es un pescado del sur de Chile, de carne gordita blanca y tierna) con guarnición de papas a las finas hierbas y una copa de Late Harvest.
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