jueves, 4 de julio de 2013

Todos los días. Autora: M.C Andrews.


A pesar de que Daniel y Amelia disfrutaron de los noventa días más intensos y sensuales que ninguno de los dos pudiera recordar, ella lo abandonó porque no se sentía capaz de darle lo que él tanto ansiaba. Sin embargo, la separación sólo ha servido para que ambos comprendan que se necesitan mucho más de lo que creen, por lo que deciden darse una nueva oportunidad. Pero un terrible accidente deja a Daniel en estado de coma e impide el reencuentro. 
Cuando se despierta, el joven quiere averiguar quién ha intentado acabar con su vida, y pretende hacerlo sin la ayuda de nadie. Por su parte, Amelia está dispuesta a recuperarlo, y si para convencerlo de que le pertenece tiene que dominarlo, atraparlo en su propio deseo y excitarlo hasta hacerle perder la razón, lo hará cueste lo que cueste. Sólo cuando consigan derribar todas las barreras que Daniel ha levantado para separarlos, aprenderán lo que significa amarse.


La cosa formal.

Todos los días, es la última entrega de la serie Bond. Cuando llegó a mis manos, me pasó como algo, estaba tan emocionada que no la podía empezar a leer¡, leía las 2 primeras líneas de manera compulsiva, no avanzaba nunca¡, pero me calmé. Su portada me parece muy atractiva y guarda una estrecha relación con el contenido del libro. Posee escenas sexuales de alto voltaje, alto.
Todos los días viene a contestar las preguntas que quedan dando vuelta en La cinta y en Noventa días, por lo que desemboca en una tormenta de amor, erotismo, secretos develados, fidelidad, confianza, maldad y justicia.
Al igual que sus predecesoras, es una novela muy bien escrita, con un ritmo adecuado, pero mucho más oscura, lo que fascinó a mi mente enferma.

El argumento.

La novela se inicia con Daniel despertando del coma y con Amelia a su lado. Amelia ha decidido que sí podrá darle a Daniel lo que necesita, no por imposición, sino que por voluntad propia, porque realmente desea ser la dominante en la pareja.
La relación entre ambos, irá tomando ribetes cada vez más complejos. Sus amigos, Raff y Marina, continuaran participando, pero dan paso a otro par de personajes, los agentes Miller y Erkel, que abren una nueva faceta de la trama al explorar una relación homosexual de dominación/sumisión, elemento que no me he encontrado en otra novela .
Desde cierto punto, la historia se vuelve algo policíaca, pues el tío de Daniel, no solamente lo intentó asesinar, sino que además es directo responsable del comportamiento de su sobrino. Es un maldito infeliz degenerado asqueroso cruel y ruín y al igual que Charlotte, de Sex and the city...MALDIGO EL DÍA EN QUE NACIÓ.
No te cuento más, porque arruinaría el misterio del relato.
Final feliz, abierto, su continuación en Sin fin, a estrenarse el 1 de agosto.

Mis emociones.

En Santiago de Chile, capital de mi país, existe un parque de diversiones grande ( no tan tan grande, pero igual sirve), que tiene obviamente muchos juegos. Uno de ellos, que es muy antiguo, se llama "La casa del terror", es un recorrido, en que vas sentado en un carrito, te sacuden un poquito, aparecen calaveras, y se escuchan gritos etc etc...yo, como soy enferma de miedosa me asusto inmediatamente a la menor provocación...
Todos los días fue para mí como subirme al carrito de La casa del terror, me sentí observando lo que ocurría, y el tema se volvió más y más de color hormiga. El drama planteado es horrible, un espanto, una de las peores cosas que le pueden pasar a un ser humano, me dieron escalofríos con cierto personaje, atroz. Fue más de lo que mi mente enferma esperaba.
Y a pesar de lo oscuro del libro, me parece muy relevante destacar el cómo una persona busca mecanismos de defensa para superar su trauma, y ser lo más valente posible. Y también, el cómo una pareja puede complementarte realmente hasta tal punto, que sólo en su presencia puedes estar completo.
Pero cuando lo terminé de leer hubo algo que me faltó...no sé...no podría explicar la sensación ...es como si faltara una pieza...algo...

Y entonces, a las semanas, me enteré que habría una continuación y me quedó clarito el enganche del no se qué. Jaque.

¿Qué me dieron ganas de comer mientras leía?

Nada, estaba full ansiosa ajajaj.

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